En las alas del viento. Una aventura a bordo del Alba Plena
  • Blog
  • About
  • Contact

La Cosa Nostra

7/30/2015

1 Comentario

 
El siguiente puerto, tras Marinella de Selinunte, fue Mazzara del Vallo, uno de los puertos pesqueros más importantes de Italia, todavía en el SO de la isla.

Sorprende que no haya un alma en la playa del centro de la ciudad, claro que, al aproximarnos, el olor pestilente y la suciedad nos dieron la clave. Aprovechamos para darle un repaso al motor del dinghi, bujías y limpieza del carburador (ay, los motores de dos tiempos, esa mezcla de mecánica y chamanismo....). Nos desplazamos un par de millas para darnos un baño en aguas limpias.

El martes 20 nos desplazamos a Trapani, para recoger a Carolina Veiga, nuestra primera e insigne invitada. Poco antes de la entrada en el puerto, contacta con nosotros por radio el Hobbit IV, precioso velero de 18 metros, cuyos armadores José Luis Bellido y María Eugenia se sumaron a nosotros y el Sonora Dos, para encontrar la mejor marina al mejor precio. Siendo tres barcos, el regateo es más fácil. Carol llegó perfectamente puntual, y con ella más alegría al barco.

Salimos a cenar las tres tripus, como siempre, hasta ahora, la hostelería aquí deja bastante que desear en cuanto al servicio, aunque la comida siempre esté buenísima, hay que disponer de paciencia.

El miércoles fuimos al mercado a aprovisionarnos de pescado: unos fresquísimos boquerones, unos filetes de sardina y una ventresca de atún que daba gloria solo verla.

Después, de nuevo las tres tripus, cogimos el funicular que nos llevaría a Érice, magnífico enclave medieval a casi 700 metros de altura. Fue construido por la corona de Aragón y lo cierto es que nos recordaba muchísimo a los pueblos del pirineo aragonés.

Al día siguiente dejábamos Trapani, no sin antes despedirnos hasta pronto del Hobbit IV, que nos regaló atún , de los cinco que llevan pescados hasta el momento. Si algo me gusta del mar es, conocer a más gente de mar, muy poca te decepciona y se crean unas amistades duraderas. Hay, por fuerza, mucho en común , y una serie de códigos compartidos.

De Trapani, a San Vito di Cappo, una preciosa cala con agua transparente a 27 grados. Allí nos dimos un festín con los boquerones en vinagre y los filetes de sardina con ajoperejil y rebozaditos, receta de mi abuela, luego de mi madre y ahora mía. Bendita herencia.

El jueves fondeamos en Scopello, una cala preciosa, entre unos farallones enormes que emergen de aguas cristalinas. Increíble, increíble.

El viernes celebramos el cumple de Pedro, el más joven tripulante del Sonora Dos, los más jovenes lo pasaron pipa lanzándose desde un cabo-liana fijado a un tangón. Los no tanto, también lo probamos, pero Julia no paraba de lanzarse una y otra vez. Julia y Hannah trabajaron durante días para preparar los regalos, una cervatana y una pulsera, que le gustaron mucho. Me arranqué a cantar y después continuamos la fiesta en el Hobbit IV y su grandiosa bañera.

A la vuelta otra sorpresa, el generador no daba corriente. El problema se debió a que se quemó el conmutador que discrimina la corriente del pantalán de la del propio generador. Sebastián, tripulante del Hobbit, pudo hacer una reparación de fortuna, hasta que podamos conseguir la pieza en Palermo.

El sábado , tocó Castellamare dil Golfo, de nuevo otro pueblo precioso y con ambientazo nocturno.

El domingo, Mondello, en plenas fiestas, pudimos presenciar una procesión auténticamente siciliana. Cuenta con una impresionante casa de baños del XIX, las calles abarrotadas. Cenamos con fuegos artificiales prácticamente sobre nuestras cabezas. Pura magia, excepto para Ron, nuestro peludo grumete.

Por fin, el lunes arribamos a Palermo, donde nos quedamos dos d'ias, una ciudad que nos ha encantado, llena de rincones maravillosos repletos de arte y de encanto. Visitamos la ciudad,

repusimos la pieza del generador y aprovisionamos el barco de comida. Es una ciudad hecha para caminarla, callejear y respirar su ambiente.

Ayer salimos de Palermo e hicimos una parada para descansar en Porticello. El agua demasiado caliente, 31 grados...puro caldo! Eso sí, de noche es una sensación única.

Ahora mismo acabamos de llegar a Cefalú....pero eso toca en el siguiente post.

Besos, abrazos, amor.


Fotos de Érice
Fotos de Scopello

1 Comentario

Las Égades y Sicilia

7/20/2015

4 Comentarios

 
El día 8 salimos detrás del Tulipano a primera hora de la tarde, con rumbo directo al sur de Cerdeña. Eolo se portó bien unas horas y pudimos navegar por encima de los siete nudos (con puntas de 8,5) durante unas horas.
Con todo el trapo largado, recién anochecido, rotura de la driza de la entrepalos. Suerte que Hanna estaba en ese momento atenta, y una rápida intervención de la tripu salvó la vela de caer al agua.
Al día siguiente, a las 20 h, entrábamos en la bahía de Palma, al sur de Cerdeña. El Sonora Dos nos esperaba en la cala de Chía, pero preferimos entrar en Palma con las últimas luces del día que llegar a Chía de noche a fondear. Bajamos al pueblo y nos tomamos nuestra primera pizza en suelo italiano. El pueblo estaba animadísimo, dimos una vuelta e incluso bailamos en la plaza con un grupo que estaba tocando versiones de ayer, hoy y siempre (;)

Al día siguiente, repostamos gasoil y salimos con el Tulipano al encuentro del Sonora, que estaba en Pula. Debido a un problema con la hélice de proa (parece que sea la placa electrónica que no funciona bien y da falsas señales...difícil solución, y, además, funciona “cuando quiere”, trataremos de sustituir dicha placa), no pudimos subirla y con ella en el agua tuvimos que avanzar despacito para no dañarla. Ley de Murphy, poco antes de llegar al fondeo se arregló “sola”, funcionó y pudimos subirla.

Allí estaban, en Pula, el Tulipano , que fue por delante , y el Sonora Dos. Alegría general y botella de champagne magnum con la que Manuel y Mónica nos esperaban. Cenamos en tierra en un sitio absolutamente encantador, con un jardín precioso y fresco en el que seguimos degustando la cocina italiana.

En la bahía de Pula se encuentra lo que queda de la villa romana de Nora. Fue una villa notablemente grande, pudimos visitarla el lunes y resultó muy interesante, salvo por el calor abrasador. Teatro, anfiteatro, termas etc. Por cierto, que las columnas se divisan desde el lugar de fondeo, lo cual es una pasada, darse un baño y tener ahí al lado tanta historia pétrea!

A mediodía, Hannah vuelve a subir al palo, esta vez al de mesana, para reponer la driza de la entrepalos.

Por la tarde, una buena caminata de casi una hora bajo un sol implacable para ir al supermercado a reponer comida y bebidas.

Al día siguiente, el Alba Plena y el Sonora Dos levantamos fondeo, rumbo a nuestro siguiente destino, las Égades, al oeste de Sicilia. El Tulipano no nos acompaña, deben estar en Vigo a primeros de septiembre y no quieren volver con agobios, lo cual es lógico peeeero....os echaremos mucho de menos!!!!

La travesía hasta Marettino,la primera de las Égades que visitamos, nos lleva lo previsto, casi veinticuatro horas, de nuevo con viento escaso y motoveleando.

Avistamos Marettino muy cerca de la isla, están envueltas en una especie de calima que hace que no sean divisadas a la distancia acostumbrada. Nos sorprende la altitud de sus picos (seiscientos y pico metros), y la alfombra verde que recubre parte de sus escarpadas montañas. Fondeamos sobre las cinco de la tarde en la punta noroeste, a la sombra de una fortaleza que fue prisión de los Borbones.

Lo primero que hicimos al llegar fue zambulllirnos en el agua, e inmediatamente subimos a por los artilugios de buceo: el agua es increíblemente cristalina, a 30 metros de calado se ve el fondo perfectamente, así que hicimos una primera y alucinante inmersión, en la que observamos abundancia de peces , de maravillosos colores, amén de anémonas y esponjas. Todo el archipiélago de las Égades es una enorme reserva natural, con restricciones a la navegación y al fondeo. Desde luego que bien lo merece.

Al día siguiente por la mañana exploramos en dinghi y buceando parte de la isla. En Marettino hay muchas grutas enormes, en las que se puede entrar, alguna con luz cenital, que me recordó a los zenotes del Yucatán. Increíble bucear en ellas, también estuve cantando un buen rato...alucinante resonancia!!!!

Por la tarde movimos el barco para ir al único pueblo de la isla, con el nombre de la misma, un lugar encantador de casitas blancas con contras, ventanas y puertas de color azul. Gente encantadora por todas partes, y animado como todo lo que estoy conociendo del sur de Italia. Gente amabilísma, extrovertida y siempre con una sonrisa. Supongo que el clima y la belleza del entorno condicionan el carácter.

Al día siguiente, levamos ancla rumbo a Favignana, otra isla de las Égades, de nuevo aguas cristalinas y unas paredes rocosas plagadas de entradas de minas, ya abandonadas, pero que conforman un paisaje pétreo de lo más curioso.

El sábado ponemos rumbo hacia Sicilia, nuestro primer punto de fondeo es en Marinella, donde se encuentran los restos de la polis griega de Selinunte. Ya desde el mar, llegando, divisamos dos enormes templos, pues se encuentran justo detrás de la playa...alucinante, no?

Fondeamos y fuimos a tierra, justo pillamos Marinella en fiestas, bendita casualidad, alegría, color, y una pedazo de banda cubana amenizando la noche. Ma-ra-vi-lla!!!

El domingo fuimos a visitar lo que fue Selinunte, una enorme polis que albergó a , se estima, 80.000 habitantes. Data del siglo VII a.C. Tiene tres templos extramuros, los mas grandes de la cultura griega, impresionantes, de orden jónico y con una imponente presencia. Dentro de la acrópolis, más templos, el ágora, viviendas, la vía central....

En suma, una más que interesante visita. Como le digo a Julia, sólo sabiendo de dónde venimos podremos saber a dónde vamos...o a dónde no queremos ir....

Besos, abrazos, amor.

Fotos: Hannah y Julia, a la sombra; vista desde el barco en Marinella, vista de Marinella al crepúsculo (2); puerto de Marinella; Julia con Mononoke (se hicieron muy amigas visitando Selinunte; templo E (el más grande , denominado así porque se desconoce a qué divinidad estaba dedicado), en extramuros Selinunte; vista desde la Acropolis de Selinunte.









4 Comentarios

De santo en santo y a por un limoncello!

7/9/2015

3 Comentarios

 
Hola a tod@s!
La estancia en San José fue muy agradable, exceptuando que a la vuelta de una excursión, nos encontramos con que se había vaciado el agua que teníamos en ese momento en el tanque (unos 600 litros, de 1000 que podemos cargar) debido a una rotura de un latiguillo del grupo de presión, Julio hizo una reparación de fortuna y a potabilizar agua (bendita potabilizadora....).
El sábado cambiamos de santo y nos fuimos a Cala San Pedro, absolutamente protegida de Levante y con una colonia Hippie (sí, aún quedan). Baños, buceo y visita al chiringuito, de lo más peculiar. Nos despedimos con besos y abrazos del personal y la clientela, deseándonos buenos vientos. 
En San Pedro se produjo el encuentro con el Tulipano, con mis queridos cuñados a bordo, que también vino desde Vigo y nos acompañaremos una parte de la travesía mediterránea. Ni que decir tiene que el encuentro fue genial, todos en el agua, besos, abrazos y alegría! Especialmente de Julia, que está disfrutando mucho de sus tíos!
Además nos facilitaron un trozo de manguera con el que Julio hizo un nuevo latiguillo, quedando así definitivamente reparado el grupo de presión.
El lunes continuamos ruta, hacia Mazarrón esta vez, la travesía fue de unas horas, con un calor abrasador que hizo que fuéramos buena parte de la travesía sentados con los pies por la amura de sotavento, para que así, además de la sombra del génova, las olas contra proa nos refrescasen los pies. (adjunto foto)
Llegada, chapuzón, cena en tierra y al día siguiente breve pertrecho de fruta y comida fresca.
Y de nuevo, levamos anclas hacia Formentera, desde donde os escribo. Veinticuatro horas de travesía prácticamente  a motor, sin mar y con muuucho calor.
Aquí estamos en las proximidades de Espalmador, apartados del mogollón de barcos que hay aquí, alguno escandalosamente grande, que me hace recordar aquella frase de mis admirados Les Luthiers...(léase con acento argentino): " Es cierto que hay otra vida, pero es carísima!"
Aparte de las bondades de esta isla, con un agua entre el turquesa y el esmeralda, tuve el placer de encontrarme con mis queridos Baley y Carlos, que están aquí de vacaciones. Recarga de mimos!!!
Esta tarde saldremos hacia Cerdeña, aprovechando la Tramontana que -por fin- se ha montado.
Calculamos dos días de navegación, allí además nos encontraremos con el Sonora Dos, también de Vigo. Así que....Marcello, pon a enfriar el limoncello!!!!
Besos, abrazos, amor.










3 Comentarios

De atunes, mercaderes y vientos veleidosos

7/3/2015

6 Comentarios

 
Tras tres días en Barbate de sol, playa y mesa, tocó largar amarras de nuevo. El lunes pude solucionar los avatares electrónicos/informáticos, incluyendo operación a corazón abierto del PC de a bordo. Fue complicado, pero finalmente quedó solucionado. Lo bueno de estas cosas es que aprendes como funciona todo, para próximos problemas (crucemos los dedos!).
A las diez de la noche del lunes salimos de Barbate con destino Gibraltar. Según lo previsto, al amanecer entramos en puerto, con intención de repostar gasoil (a 0,56 euros el litro), y proveernos de tabaco y ron (ho ho ho). Coincidimos con Eduardo Davila en su Pillán, se dirigen a Córcega, a ver  si volvemos a encontrarnos por allí.
Salimos con ligera brisa, 10-12 nudos de Poniente, rumbo Este 90 grados, por lo que izamos el ballooner. El ratón que utilizamos para fijar el puño de driza del mismo no se fijaba. Al cabo de una hora Julio observó que la vela comenzaba a descender, por suerte y rapidez de reflejos del susodicho tripulante puedimos sujetarla y evitar su caída al mar. Enseguida Hanna se ofreció voluntaria para subir al tope del palo, consiguió recuperar la driza y chequear el funcionamiento del retenedor del ratón. Bravo por Hannah!!!
Por lo demás, el viento, aunque flojo, estuvo rolando todo el día, creo que pasó por todos los ángulos posibles, de modo que fuimos motoveleando.
Por la tarde se nos acercaron unos simpáticos mercaderes en una tremenda zodiac equipada con sendos motores de 250 CV. Acababan de dejar su mercancía en La Línea, y estaban haciendo tiempo para volver con seguridad. Nos hicieron demostraciones de lo bien que corre su embarcación, y echamos unas risas con ellos. Nos regalaron una pelota y nosotros les dimos una visera. Lo cierto es que el encuentro fue bastante surrealista y un rato más tarde aún nos reíamos recordándolo. 
El miércoles por la tarde tomamos la decisión de ir a Cabo de Gata, a descansar y a esperar vientos favorables para continuar, no sabemos si a Baleares o a Cerdeña , este año los vientos no están siendo los normales para la zona y la época del año, así que toca paciencia. Es una de las enseñanzas del mar muy útiles para la vida: de nada sirve navegar contra el viento, es mejor esperar el momento favorable.
A las tres de la mañana fondeamos en Playa de los Genoveses, sin viento y con un mar de fondo que apenas nos permitió dormir. Así que en cuanto salió el sol nos fuimos a la playa de Cala de Higuera, en la ensenada de San José.

Resultó un acierto y pudimos descansar sin tener la sensación de hacerlo dentro de una lavadora. 
Buceamos, el fondo es muy interesante, alga laminaria y multitud de peces, esponjas, estrellas de mar e incluso un gusano bastante poco agraciado que , además, expulsaba una especie de tela de araña viscosa. Cousas dos bichos marinos! El agua está buenísima, por cierto , y la visibilidad es increíble.
Y aquí seguimos, ha entrado un Levante fuerte, según lo previsto, que nos retendrá aquí hasta que el veleidoso Eolo quiera. Así que seguiremos disfrutando de este mar.
Os adjunto una foto hecha por Hanna desde el tope de palo. otra hecha desde abajo, más de delfines, otra del quinto tripulante, Ron (el perro al que no le gustaba el agua y dio con una familia marinera) y una vista de donde estamos, desde el mar. Del encuentro con los amables mercaderes no hay testimonio gráfico, no sea que, en sus propias palabras, nos persigan "los malos".
Besos, abrazos, amor.
P.D.: le dedico este post a una muy querida amiga, que en estos días ha perdido a alguien muy importante, y a la cual no he podido confortar en persona.





6 Comentarios

    Alba Plena

    nuestro ketch de 16 metros de eslora, con el que navegaremos el mundo durante dos años.  

    Archives

    Abril 2016
    Marzo 2016
    Febrero 2016
    Enero 2016
    Diciembre 2015
    Noviembre 2015
    Octubre 2015
    Septiembre 2015
    Agosto 2015
    Julio 2015
    Junio 2015

    Categories

    Todo

    RSS Feed

Con tecnología de Crea tu propio sitio web con las plantillas personalizables.