Hola a tod@s!
La estancia en San José fue muy agradable, exceptuando que a la vuelta de una excursión, nos encontramos con que se había vaciado el agua que teníamos en ese momento en el tanque (unos 600 litros, de 1000 que podemos cargar) debido a una rotura de un latiguillo del grupo de presión, Julio hizo una reparación de fortuna y a potabilizar agua (bendita potabilizadora....).
El sábado cambiamos de santo y nos fuimos a Cala San Pedro, absolutamente protegida de Levante y con una colonia Hippie (sí, aún quedan). Baños, buceo y visita al chiringuito, de lo más peculiar. Nos despedimos con besos y abrazos del personal y la clientela, deseándonos buenos vientos.
En San Pedro se produjo el encuentro con el Tulipano, con mis queridos cuñados a bordo, que también vino desde Vigo y nos acompañaremos una parte de la travesía mediterránea. Ni que decir tiene que el encuentro fue genial, todos en el agua, besos, abrazos y alegría! Especialmente de Julia, que está disfrutando mucho de sus tíos!
Además nos facilitaron un trozo de manguera con el que Julio hizo un nuevo latiguillo, quedando así definitivamente reparado el grupo de presión.
El lunes continuamos ruta, hacia Mazarrón esta vez, la travesía fue de unas horas, con un calor abrasador que hizo que fuéramos buena parte de la travesía sentados con los pies por la amura de sotavento, para que así, además de la sombra del génova, las olas contra proa nos refrescasen los pies. (adjunto foto)
Llegada, chapuzón, cena en tierra y al día siguiente breve pertrecho de fruta y comida fresca.
Y de nuevo, levamos anclas hacia Formentera, desde donde os escribo. Veinticuatro horas de travesía prácticamente a motor, sin mar y con muuucho calor.
Aquí estamos en las proximidades de Espalmador, apartados del mogollón de barcos que hay aquí, alguno escandalosamente grande, que me hace recordar aquella frase de mis admirados Les Luthiers...(léase con acento argentino): " Es cierto que hay otra vida, pero es carísima!"
Aparte de las bondades de esta isla, con un agua entre el turquesa y el esmeralda, tuve el placer de encontrarme con mis queridos Baley y Carlos, que están aquí de vacaciones. Recarga de mimos!!!
Esta tarde saldremos hacia Cerdeña, aprovechando la Tramontana que -por fin- se ha montado.
Calculamos dos días de navegación, allí además nos encontraremos con el Sonora Dos, también de Vigo. Así que....Marcello, pon a enfriar el limoncello!!!!
Besos, abrazos, amor.
La estancia en San José fue muy agradable, exceptuando que a la vuelta de una excursión, nos encontramos con que se había vaciado el agua que teníamos en ese momento en el tanque (unos 600 litros, de 1000 que podemos cargar) debido a una rotura de un latiguillo del grupo de presión, Julio hizo una reparación de fortuna y a potabilizar agua (bendita potabilizadora....).
El sábado cambiamos de santo y nos fuimos a Cala San Pedro, absolutamente protegida de Levante y con una colonia Hippie (sí, aún quedan). Baños, buceo y visita al chiringuito, de lo más peculiar. Nos despedimos con besos y abrazos del personal y la clientela, deseándonos buenos vientos.
En San Pedro se produjo el encuentro con el Tulipano, con mis queridos cuñados a bordo, que también vino desde Vigo y nos acompañaremos una parte de la travesía mediterránea. Ni que decir tiene que el encuentro fue genial, todos en el agua, besos, abrazos y alegría! Especialmente de Julia, que está disfrutando mucho de sus tíos!
Además nos facilitaron un trozo de manguera con el que Julio hizo un nuevo latiguillo, quedando así definitivamente reparado el grupo de presión.
El lunes continuamos ruta, hacia Mazarrón esta vez, la travesía fue de unas horas, con un calor abrasador que hizo que fuéramos buena parte de la travesía sentados con los pies por la amura de sotavento, para que así, además de la sombra del génova, las olas contra proa nos refrescasen los pies. (adjunto foto)
Llegada, chapuzón, cena en tierra y al día siguiente breve pertrecho de fruta y comida fresca.
Y de nuevo, levamos anclas hacia Formentera, desde donde os escribo. Veinticuatro horas de travesía prácticamente a motor, sin mar y con muuucho calor.
Aquí estamos en las proximidades de Espalmador, apartados del mogollón de barcos que hay aquí, alguno escandalosamente grande, que me hace recordar aquella frase de mis admirados Les Luthiers...(léase con acento argentino): " Es cierto que hay otra vida, pero es carísima!"
Aparte de las bondades de esta isla, con un agua entre el turquesa y el esmeralda, tuve el placer de encontrarme con mis queridos Baley y Carlos, que están aquí de vacaciones. Recarga de mimos!!!
Esta tarde saldremos hacia Cerdeña, aprovechando la Tramontana que -por fin- se ha montado.
Calculamos dos días de navegación, allí además nos encontraremos con el Sonora Dos, también de Vigo. Así que....Marcello, pon a enfriar el limoncello!!!!
Besos, abrazos, amor.