Despedimos el año con nuestra querida Pili Peláez. Nos pertrechamos de hielo, aquí lo venden en sacas de ¡20! kilos. Cenamos canapés de salmón, consomé, camarao al ajillo, bacalao al horno, turrón y bombones de postre. A las doce locales, las uvas, y champagne para recibir el 2016. En los pantalanes montan hasta barras, hay mucha animación y, a las doce, presenciamos la tirada de fuegos (espectacular) desde la proa del barco, pues los tiran desde el espigón del frente, bien cerquita.
Al día siguiente, Bruno nos invita a ir en el barco de su empresa de buceo, Shark Dive, a asistir a la procesión náutica del Bom Jesús dos Navegantes. Allá nos vamos Pili y yo, lo pasamos pipa, son muchos los barcos que acompañana la procesión, colorido y música a tope. Después de la procesión, nos llevan a darnos un baño a un par de sitios, también tengo la oportunidad de bucear, varias especies de coral, peces de colores....el agua un tanto turbia, por la presencia de plancton, supongo. El último baño (esta vez sin buceo) es a los pies de la favela da Gamboa, justo a los pies de la mayor y mejor torre de Bahía, donde vive Ivete Sangalo, de la que dicen también baja a bañarse a esta favela. Es una artista muy querida aquí.
Por la mañana, había saltado la corriente de pantalán , así estaremos casi cuatro días, hasta que el lunes por fin la reparen,ya que aquí no comparece nadie para arregrarla, pues es feriado. Es bastante cabreante que no haya nadie de guardia para solucionar problemas en todos estos dias, en los que incluso nos quedaremos sin agua, y, gracias al tripulante de otro barco, que lo arregla. La verdad que es una lastima cómo gestionan esta marina (Centro Náutico de Salvador), con lo bien localizada que está y las posibilidades que tiene.
El sábado dos de enero estoy de cumple, después de mis regalitos, vamos a despachar el barco y luego al Pelourinho, a casa Amarelinho, a tomar una caipirinha como aperitivo. Bajamos a comer al barco, previo baño en el mar, pues el agua de la marina está muy limpia y hace musha caló. Dado que no hay corriente de pantalán, para poder enfriar el barco con el aire acondicionado encendemos el generador. Funciona pero no carga electricidad, desconocemos el motivo y cuando pasen estos festivos urge su reparación. Por la noche vamos a celebrar mi cumple al Pelourinho, con Pili, Graça y unos amigos argentinos de Pili que están pasando unos días en su casa, Erica, Rafa y sus dos niños (besazos!) , de la edad aproximadamente de Julia, con quienes juega después de cenar en la plaza y se juntan varios niños más de Salvador.
El domingo Julio localiza a dos electricistas (para asegurar, aquí la gente es bastante informal), que quedan de venir el lunes por la mañana. No aparece ninguno de los dos. Liquidamos la cuenta en la marina, no sin mostrarles nuestro desacuerdo con su “gestión”. A la hora de la comida nos despedimos de Pili y Graça.
Finalmente, a las cuatro de la tarde llega Marcelo, un sujeto que dice que sabe arreglarlo todo y que ya había intentado cobrarnos por una bombona de butano siete veces su precio (lógicamente decidimos buscar otras opciones, no es ya cuestión de dinero si no de principios). Soluciona lo del generador bastante rápido (en mi opinión, tuvo bastante suerte, era un terminal de un cable que se había soltado y no lo habíamos advertido, puesto que desconfiábamos de que se hubiera vuelto a fundir la pieza que repusimos en Italia, debido a los fallos e inestabilidad de la corriente de pantalán). Nos cobra 300 reais (unos 75 euros) por venir. Nos parece abusivo , máxime para Brasil, donde el salario mínimo son 700 reais aprox, pero, como ha solucionado el problema, aunque nos parece un abuso, se los damos.
Le comentamos también el problema con la antena del satélite. Ésta habia fallado unos tres días atrás, parece ser que está estropeada o la propia antena o la conexión de la misma. Tema complicado, pues nuestro sistema (Inmarsat Mini M) dejará de funcionar dentro de un año, fecha en la que “desconectarán” los satélites del sistema, ya que desde el 2014 (creo) existe reemplazo por otro sistema más moderno. En suma, que ya no fabrican estas antenas. Así que o la reparamos o conseguimos una usada con garantías o cambiamos al nuevo sistema. Esperábamos hacer esta reparación en Trinidad o Grenada, lugares con una gran infraestructura para la “voile de plaissance”. Pero Marcelo nos cuenta que tiene un colega que sabe mucho de esto y blablabla. Así que le decimos que venga, a ver si hay suerte. Mientras llega, vamos a reponer combustible para dejarlo hecho y así poder zarpar en cuanto termine el “técnico”. Una vez de nuevo en el pantalán , llega el susodicho sujeto, sin maletín o cualquier tipo de instrumental ...ummmm......explicándole el problema, me doy cuenta de que no tiene ni pajolera idea, me pide el manual de instrucciones pero creo que sabe lo mismo que yo de ésto. Así que nos cuenta lo que ya sabíamos o suponíamos. Ni reparación, ni un mero diagnóstico. Y pretende cobrarnos 300 reais por el desplazamiento, igual que su amigo Marcelo. Pero esta vez nos negamos, Marcelo se pone como un loco y dice que llamará a la policía. Le decimos que por favor lo haga, así nos ahorra la llamada, a ver qué opina la policía de sus prácticas. Es una costumbre no habitual pero sí frecuente con los europeos, pretenden cobrarte por lo que se creen que tienes y no por su trabajo o por sus conocimientos reales. Llegamos a ofrecerle hasta 200 reais, por no crear problemas e irnos cuanto antes. Pero los rechaza muy ofendido y con amenazas. No nos arredramos y ya ni 200 ni nada. Esperamos un poco a ver si viene la poli, él con aspavientos por el pantalán. Tal como suponíamos , era un mero intento de extorsión. Así que largamos amarras y dejamos Salvador con un cierto mal sabor de boca.
A otra cosa, mariposa!
Tal como señalaba la previsión meteo que consultamos a mediodía (ya no podemos recibirla en el barco hasta que reparemos la antena), la profunda baja situado al SE de nuestra posición nos empuja en las primeras millas. Aquí el viento dominante en esta época es N-NE. Así que esa borrasquita nos viene de perlas, nos llueve bastante pero nos impulsa muy bien, incluso metemos un par de rizos a las velas.
El viento irá rolando y bajando , así que , al final acabamos motoveleando , hacia Jacaré, Joao Pessoa. El objetivo es visitar a José Luis y M Eugenia, del Hobbit IV (los recordáis de nuestro paso por Italia?) Tienen una casa en Pipa y nos han invitado. Dado que en Pipa es imposible el fondeo, la opción óptima es Marina Jacaré. Nos la han recomendado y allá vamos.
La travesía transcurre sin mayor novedad y el viernes 8 (cumple de Julia) llegamos a la marina, unas 12 millas río Paraíba arriba, un marco incomparablemente bonito.
Ya amarraditos (que diría María Dolores Pradera), zafarrancho a bordo, como de costumbre. Salimos a dar un paseo por la tardenoche , a celebrar el cumple de nuestra princesa. Vamos a un sitio muy bonito, A Casa Do Arbol, donde hay música en directo y todo el público y el grupo le cantamos Parabéns p. Voçè a Julia.
Al día siguiente, con coche alquilado nos vamos a Pipa, a 140 km de distancia. A la llegada, nos reciben nuestros queridos amigos, con mucha alegría por el reencuentro.
Comemos juntos, descansamos un poco y por la noche vamos al pueblo, muy animado y con mucho encanto, con muchas tiendecitas. Un poco ibicenco, para que os hagáis una idea. Nos encontramos a una pareja de amigos de J Luis y M Eugenia, Sergio y Paquita, encantadores (besazos!)
Terminamos cenando todos juntos en un muy buen restaurante japonés.
Al día siguiente, nos llevan a conocer la Barra de Cunhaú, precioso, comemos estupendamente a base de casquinhas de siri (cangrejo preparado en su caparazón, tipo txangurro pero con las especias locales, muy bueno) y pescado. Nos acompañan Sergio y Paquita , y también Claudio y Matilde. Después, recorremos los alrededores de Pipa. Es un lugar maravilloso , todavía con áreas muy salvajes.
Al día siguiente, toca conocer Tibau do Sul y alrededores, visitando la preciosa casa que allí tienen Luis y Patricia. Lo cierto es que el grupo de españoles que conocimos en Pipa nos han dejado huella, nos ha encantado compartir estos días con vosotros. Y os esperamos para el recibimiento en Vigo. Nos despedimos el miércoles con una estupenda paella preparada por J Luis en su maravillosa casa, una propiedad cuyo linde hacia el este es la mata atlántica, un ecosistema que ahora están esforzándose las autoridades por proteger. En el habitan todo tipo de animales, monos y muchos insectos, entre ellos las baratas, unos enormes coleópteros (de medio puño), que, según nos cuentan, sólo mueren de un golpe en la cabeza. Os juro que así me lo han contado.
Desde aquí, nuestro agradecimiento a nuestros anfitriones, José Luis y María Eugenia, esperamos vuestra visita en Cartagena de Indias. Y a Sergio, Paquita, Claudio, Matilde, Luis y Patricia, muchas gracias por vuestro cariño. Fue como sentirnos en casa!
El jueves tempranito volvimos a Jacaré, parada en el hipermercado para comprar fruta, si bien en la carretera ya nos hicimos con cinco hermosos abacaxís (piñas). Aquí la fruta es una delicia, mangos, piñas, cajús, mamao (papaya)...tienen un sabor increíble y los precios distan mucho de los de España, como es lógico. Aquí, la fruta exótica y cara son las manzanas, peras....El tema de la estiba de la compra es bien distinto aquí. No llegas con las bolsas y guardas todo (lo cual en sí mismo personalmente me resulta un peñazo cuando es una compra grande). En el pantalán se quedan las cajas de cartón y los embalajes. En casa la fruta la lavamos para comerla, aquí antes de guardarla se lava y frota con agua, jabón y una gota de lejía, para limpiar los posibles huevos de insecto que puedan venir adheridos. Todo es poco para evitar infestaciones a bordo. Las cucarachas aquí están por doquier, y no las queremos en el barco. Hemos colocado unas trampas a bordo para detectar su presencia. De momento, para nuestro alivio, no tenemos “inquilinas” a bordo.
Tras la estiba, fuimos a dar un paseo y cenar a Joao Pessoa, la ciudad que está aquí al lado, y capital del estado de Paraíba. Cenamos en un estupendo Rodizio.
Hoy tocó lavandería, subir al palo y poner orden antes de zarpar el sábado. Esta marina, Marina Jacaré, es muy recomendable. Sus propietarios, Francis y Nicholas, dos franceses, la llevan muy bien. El sábado zarparemos rumbo a Fortaleza. Allí nos espera uno de los mayores parques acuáticos del mundo, para delicia de J.
Desde el río Paraíba, tras una mágica puesta de sol, besos, abrazos, amor.
Al día siguiente, Bruno nos invita a ir en el barco de su empresa de buceo, Shark Dive, a asistir a la procesión náutica del Bom Jesús dos Navegantes. Allá nos vamos Pili y yo, lo pasamos pipa, son muchos los barcos que acompañana la procesión, colorido y música a tope. Después de la procesión, nos llevan a darnos un baño a un par de sitios, también tengo la oportunidad de bucear, varias especies de coral, peces de colores....el agua un tanto turbia, por la presencia de plancton, supongo. El último baño (esta vez sin buceo) es a los pies de la favela da Gamboa, justo a los pies de la mayor y mejor torre de Bahía, donde vive Ivete Sangalo, de la que dicen también baja a bañarse a esta favela. Es una artista muy querida aquí.
Por la mañana, había saltado la corriente de pantalán , así estaremos casi cuatro días, hasta que el lunes por fin la reparen,ya que aquí no comparece nadie para arregrarla, pues es feriado. Es bastante cabreante que no haya nadie de guardia para solucionar problemas en todos estos dias, en los que incluso nos quedaremos sin agua, y, gracias al tripulante de otro barco, que lo arregla. La verdad que es una lastima cómo gestionan esta marina (Centro Náutico de Salvador), con lo bien localizada que está y las posibilidades que tiene.
El sábado dos de enero estoy de cumple, después de mis regalitos, vamos a despachar el barco y luego al Pelourinho, a casa Amarelinho, a tomar una caipirinha como aperitivo. Bajamos a comer al barco, previo baño en el mar, pues el agua de la marina está muy limpia y hace musha caló. Dado que no hay corriente de pantalán, para poder enfriar el barco con el aire acondicionado encendemos el generador. Funciona pero no carga electricidad, desconocemos el motivo y cuando pasen estos festivos urge su reparación. Por la noche vamos a celebrar mi cumple al Pelourinho, con Pili, Graça y unos amigos argentinos de Pili que están pasando unos días en su casa, Erica, Rafa y sus dos niños (besazos!) , de la edad aproximadamente de Julia, con quienes juega después de cenar en la plaza y se juntan varios niños más de Salvador.
El domingo Julio localiza a dos electricistas (para asegurar, aquí la gente es bastante informal), que quedan de venir el lunes por la mañana. No aparece ninguno de los dos. Liquidamos la cuenta en la marina, no sin mostrarles nuestro desacuerdo con su “gestión”. A la hora de la comida nos despedimos de Pili y Graça.
Finalmente, a las cuatro de la tarde llega Marcelo, un sujeto que dice que sabe arreglarlo todo y que ya había intentado cobrarnos por una bombona de butano siete veces su precio (lógicamente decidimos buscar otras opciones, no es ya cuestión de dinero si no de principios). Soluciona lo del generador bastante rápido (en mi opinión, tuvo bastante suerte, era un terminal de un cable que se había soltado y no lo habíamos advertido, puesto que desconfiábamos de que se hubiera vuelto a fundir la pieza que repusimos en Italia, debido a los fallos e inestabilidad de la corriente de pantalán). Nos cobra 300 reais (unos 75 euros) por venir. Nos parece abusivo , máxime para Brasil, donde el salario mínimo son 700 reais aprox, pero, como ha solucionado el problema, aunque nos parece un abuso, se los damos.
Le comentamos también el problema con la antena del satélite. Ésta habia fallado unos tres días atrás, parece ser que está estropeada o la propia antena o la conexión de la misma. Tema complicado, pues nuestro sistema (Inmarsat Mini M) dejará de funcionar dentro de un año, fecha en la que “desconectarán” los satélites del sistema, ya que desde el 2014 (creo) existe reemplazo por otro sistema más moderno. En suma, que ya no fabrican estas antenas. Así que o la reparamos o conseguimos una usada con garantías o cambiamos al nuevo sistema. Esperábamos hacer esta reparación en Trinidad o Grenada, lugares con una gran infraestructura para la “voile de plaissance”. Pero Marcelo nos cuenta que tiene un colega que sabe mucho de esto y blablabla. Así que le decimos que venga, a ver si hay suerte. Mientras llega, vamos a reponer combustible para dejarlo hecho y así poder zarpar en cuanto termine el “técnico”. Una vez de nuevo en el pantalán , llega el susodicho sujeto, sin maletín o cualquier tipo de instrumental ...ummmm......explicándole el problema, me doy cuenta de que no tiene ni pajolera idea, me pide el manual de instrucciones pero creo que sabe lo mismo que yo de ésto. Así que nos cuenta lo que ya sabíamos o suponíamos. Ni reparación, ni un mero diagnóstico. Y pretende cobrarnos 300 reais por el desplazamiento, igual que su amigo Marcelo. Pero esta vez nos negamos, Marcelo se pone como un loco y dice que llamará a la policía. Le decimos que por favor lo haga, así nos ahorra la llamada, a ver qué opina la policía de sus prácticas. Es una costumbre no habitual pero sí frecuente con los europeos, pretenden cobrarte por lo que se creen que tienes y no por su trabajo o por sus conocimientos reales. Llegamos a ofrecerle hasta 200 reais, por no crear problemas e irnos cuanto antes. Pero los rechaza muy ofendido y con amenazas. No nos arredramos y ya ni 200 ni nada. Esperamos un poco a ver si viene la poli, él con aspavientos por el pantalán. Tal como suponíamos , era un mero intento de extorsión. Así que largamos amarras y dejamos Salvador con un cierto mal sabor de boca.
A otra cosa, mariposa!
Tal como señalaba la previsión meteo que consultamos a mediodía (ya no podemos recibirla en el barco hasta que reparemos la antena), la profunda baja situado al SE de nuestra posición nos empuja en las primeras millas. Aquí el viento dominante en esta época es N-NE. Así que esa borrasquita nos viene de perlas, nos llueve bastante pero nos impulsa muy bien, incluso metemos un par de rizos a las velas.
El viento irá rolando y bajando , así que , al final acabamos motoveleando , hacia Jacaré, Joao Pessoa. El objetivo es visitar a José Luis y M Eugenia, del Hobbit IV (los recordáis de nuestro paso por Italia?) Tienen una casa en Pipa y nos han invitado. Dado que en Pipa es imposible el fondeo, la opción óptima es Marina Jacaré. Nos la han recomendado y allá vamos.
La travesía transcurre sin mayor novedad y el viernes 8 (cumple de Julia) llegamos a la marina, unas 12 millas río Paraíba arriba, un marco incomparablemente bonito.
Ya amarraditos (que diría María Dolores Pradera), zafarrancho a bordo, como de costumbre. Salimos a dar un paseo por la tardenoche , a celebrar el cumple de nuestra princesa. Vamos a un sitio muy bonito, A Casa Do Arbol, donde hay música en directo y todo el público y el grupo le cantamos Parabéns p. Voçè a Julia.
Al día siguiente, con coche alquilado nos vamos a Pipa, a 140 km de distancia. A la llegada, nos reciben nuestros queridos amigos, con mucha alegría por el reencuentro.
Comemos juntos, descansamos un poco y por la noche vamos al pueblo, muy animado y con mucho encanto, con muchas tiendecitas. Un poco ibicenco, para que os hagáis una idea. Nos encontramos a una pareja de amigos de J Luis y M Eugenia, Sergio y Paquita, encantadores (besazos!)
Terminamos cenando todos juntos en un muy buen restaurante japonés.
Al día siguiente, nos llevan a conocer la Barra de Cunhaú, precioso, comemos estupendamente a base de casquinhas de siri (cangrejo preparado en su caparazón, tipo txangurro pero con las especias locales, muy bueno) y pescado. Nos acompañan Sergio y Paquita , y también Claudio y Matilde. Después, recorremos los alrededores de Pipa. Es un lugar maravilloso , todavía con áreas muy salvajes.
Al día siguiente, toca conocer Tibau do Sul y alrededores, visitando la preciosa casa que allí tienen Luis y Patricia. Lo cierto es que el grupo de españoles que conocimos en Pipa nos han dejado huella, nos ha encantado compartir estos días con vosotros. Y os esperamos para el recibimiento en Vigo. Nos despedimos el miércoles con una estupenda paella preparada por J Luis en su maravillosa casa, una propiedad cuyo linde hacia el este es la mata atlántica, un ecosistema que ahora están esforzándose las autoridades por proteger. En el habitan todo tipo de animales, monos y muchos insectos, entre ellos las baratas, unos enormes coleópteros (de medio puño), que, según nos cuentan, sólo mueren de un golpe en la cabeza. Os juro que así me lo han contado.
Desde aquí, nuestro agradecimiento a nuestros anfitriones, José Luis y María Eugenia, esperamos vuestra visita en Cartagena de Indias. Y a Sergio, Paquita, Claudio, Matilde, Luis y Patricia, muchas gracias por vuestro cariño. Fue como sentirnos en casa!
El jueves tempranito volvimos a Jacaré, parada en el hipermercado para comprar fruta, si bien en la carretera ya nos hicimos con cinco hermosos abacaxís (piñas). Aquí la fruta es una delicia, mangos, piñas, cajús, mamao (papaya)...tienen un sabor increíble y los precios distan mucho de los de España, como es lógico. Aquí, la fruta exótica y cara son las manzanas, peras....El tema de la estiba de la compra es bien distinto aquí. No llegas con las bolsas y guardas todo (lo cual en sí mismo personalmente me resulta un peñazo cuando es una compra grande). En el pantalán se quedan las cajas de cartón y los embalajes. En casa la fruta la lavamos para comerla, aquí antes de guardarla se lava y frota con agua, jabón y una gota de lejía, para limpiar los posibles huevos de insecto que puedan venir adheridos. Todo es poco para evitar infestaciones a bordo. Las cucarachas aquí están por doquier, y no las queremos en el barco. Hemos colocado unas trampas a bordo para detectar su presencia. De momento, para nuestro alivio, no tenemos “inquilinas” a bordo.
Tras la estiba, fuimos a dar un paseo y cenar a Joao Pessoa, la ciudad que está aquí al lado, y capital del estado de Paraíba. Cenamos en un estupendo Rodizio.
Hoy tocó lavandería, subir al palo y poner orden antes de zarpar el sábado. Esta marina, Marina Jacaré, es muy recomendable. Sus propietarios, Francis y Nicholas, dos franceses, la llevan muy bien. El sábado zarparemos rumbo a Fortaleza. Allí nos espera uno de los mayores parques acuáticos del mundo, para delicia de J.
Desde el río Paraíba, tras una mágica puesta de sol, besos, abrazos, amor.
procesión marítima do Bom Jesús dos Navegantes
Pipa y alrededores