Salimos de Las Palmas sobre las 17:00 del martes 17 de noviembre, una vez terminado el pertrecho, esta vez de productos frescos, y puesto el barco a son de mar, esto es, disponer todas las cosas a bordo de forma que no se caigan una vez navegando, debido al movimiento.
Nos encontramos con un buen viento fresco, que fue rolando de través a aleta, dado que ya empieza a oscurecer decidimos posponer para la mañana la maniobra de doble tangón, así que llevamos un ángulo de máximo 150 grados al viento, de forma que podamos ir con génova, mayor y mesana.
La jornada transcurre sin mayor novedad, salvo por los tristes anuncios de pateras a la deriva, e, incluso, de personas en el mar, entre Gran Canaria y África.
Durante la noche el viento va rolando, por lo que podemos ir corrigiendo levemente y poco a poco el rumbo, hasta que casi es el correcto para Cabo Verde.
Da gusto estar en el Atlántico, con vientos entablados que permiten una cómoda navegación. En nuestro caso, y para el Alba Plena, la dirección del viento no puede ser mejor, puesto que es un barco especialmente cómodo en portantes (viento por popa).
Al día siguiente , montamos las dos velas a proa, génova y ballooner. Llevamos desde que salimos de Las Palmas sin encender motor
Por la tarde entra un túnido, decido preparar un ceviche, al estilo de Perú. Para ello me había pertrechado en el Mercado de Las Palmas de todo lo necesario. Es la primera vez que lo preparo así, completito, con su cilantro, su lima, su cebolleta, su poquito de apio etc., y, a decir de los comensales, quedó buenísimo. Repetiremos, ya que es una estupenda y saludable manera de comer lo que pescamos.
Seguimos sin encender motor, y hoy hemos hecho muy buena media. Ha habido momentos por encima de los 8,5 nudos de velocidad. El tiempo, despejado y templado.
El jueves, sin mayor novedad, va subiendo el viento y la mar. Picos de velocidad de hasta 10,5 kt cuando surfeamos la ola. Avisto el primer pez volador de la travesía.
El viernes, Julio pesca un hermoso dorado de entre 3 y 4 kg. Mucha mar, viento con rachas de hasta 30 kt. Noche complicada para dormir, casi imposible por los movimientos del barco, exceptuando a la pequeña tripulante, que duerme en cualquier condición ;)
El domingo tenemos previsto llegar a la Bahía de Mindelo después de la puesta de sol, poco antes hay que arriar el ballooner, operación un tanto complicada por la fuerza del viento y la mar (olas de hasta 5 metros...). Julio y Hannah, con chaleco y arnés y se encargan del arriado mientras yo me quedo al gobierno. Conseguimos hacerlo, si bien se moja un poco la vela, pero, dadas las condiciones, es mucho más que aceptable.
A las 20:15 fondeamos en la Bahía de Mindelo. Hace once años Julio y yo pasamos por aquí, antes de cruzar a Brasil, y, a primera vista, vemos muchísimas más luces que entonces, parece que ha crecido y cambiado bastante. Alegría a bordo, hemos llegado sin mayor problema, si bien sorteando una mar bastante dura. Han sido 870 millas en 5 días y 3,5 horas. Y sin un solo minuto de motor!
El lunes, a media mañana, tras un pequeño zafarrancho, bajamos a tierra. Hay un nuevo puerto, Marina Mindelo. Hay que explicar que Mindelo es, tradicionalmente, un lugar de paso y descanso para los cientos de veleros que cada año cruzan el Atlántico en estas fechas, con la complicidad de los vientos alisios. Vemos la Marina y el precio (40 euros día) no nos parece desorbitado, pero debido al viento los barcos se mueven mucho, con lo que decidimos quedarnos fondeados. Estamos más tranquilos y el movimiento fondeados es mucho más natural y cómodo. Además, la marina dispone de un bar flotante con dinghi-dock, así que podemos desembarcar y dejar la auxiliar segura.
Lo primero, ir a arreglar los papeles, sellado de pasaportes y entrada de la embarcación. Retienen la documentación del barco, con lo que sí o sí tendremos que volver y hacer la salida para poder recuperarla. Las tasas son de 5 euros y dejamos todo listo sin mayor problema.
Mindelo es la antigua capital de Cabo Verde, efectivamente ha crecido y cambiado mucho.
Damos un paseo y comemos algo. Localizamos a Carmelina Presa, que vive aquí, y quedamos para comer mañana. Está también aquí la diseñadora María Moreira, visitando a Carmelina. Máis vigueses polo mundo!
Así que el martes comemos juntos y después nos lleva de paseo por Mindelo. Primero, visita a la barbería , Julio necesita un buen corte y nos han contado que los peluqueros son a la par músicos, así que montamos un improvisado concierto, primero ellos y después me dejan su guitarra y me animo con un par de canciones. Una barbería singular, sin lugar a dudas. Después nos lleva a conocer a Tatosh, a su casa-negocio. Es un singular caboverdiano, se fue de Cabo Verde como polizón a finales de los años 20 a Buenos Aires, ahí se enroló en la Marina Argentina y después se pasó a la Mercante. Luego volvió a su tierra para luchar con el frente de liberación caboverdiano. Regenta un pequeño bar/local social, en el que se habla de política y él mismo prepara la especialidad, morena frita.
El miércoles 25, Carmelina viene a buscarnos para ir al mercado, comprar pescado fresco e ir a su casa para preparar una buena parrillada. El mercado tiene un buen surtido de peixe, compramos dos buenos salmonetes de 1,5 kg, una upa (tipo sargo) y dos calamares de buen tamaño. La casa de Carmelina está en Bahía das Gatas, a unos 15 minutos dirección norte. Nos enamoramos de su casa, prácticamente la ha hecho ella misma y pasamos una tarde estupenda, concierto mío incluido, al atardecer, en su preciosa galería.
El jueves lo dedicamos a descansar y pasear más por Mindelo (cada día me gusta más!). Por la noche, uedamos para cenar con Carmelina, María y una amiga caboverdiana que vive desde hace más de 30 años en Madrid, Lina, y su hijo Carlos. Después de cenar, fuimos al Náutico, un local frente al mar en el que suelen programar música en directo. Hoy actúa Kira, una cantante y guitarrista que nos encanta desde el minuto uno. En el descanso entre los dos pases viene a saludarnos, pues es amiga de Carmen y María. Nos ponemos de acuerdo y en el segundo pase me invita a cantar con ella, la conexión es inmediata y hacemos tres temas, Summertime, Corcovado y la Garota de Ipanema. Tres temas muy trillados de los que conseguimos sacar , modestia aparte, muy buenas versiones.
Después nos vamos al Jazzy Bird, buscando mas música en directo, pero cuando llegamos recién se había terminado. Así que nos quedamos en la terraza charlando y riendo un buen rato. El clima aquí es fantástico, similar a Canarias aunque algo más cálido.
El viernes visitamos una feria de artesanía, y volvemos a cenar al barco.
El sábado toca mercado, y despedirnos de nuestras amigas. Carmelina, gracias por todo, eres fantástica y, sin duda, volveré. Me ha quedado un trocito de corazón en esta isla. Pura magia!!
Hoy, domingo, salimos de Mindelo. La idea es ir a la vecina isla de Santa Lucía, nos han dicho que es estupenda para bucear. Estaremos allí un par de días, para después iniciar la gran travesía. Hacia Salvador de Bahía.
Desde África, besos, abrazos, amor.
Nos encontramos con un buen viento fresco, que fue rolando de través a aleta, dado que ya empieza a oscurecer decidimos posponer para la mañana la maniobra de doble tangón, así que llevamos un ángulo de máximo 150 grados al viento, de forma que podamos ir con génova, mayor y mesana.
La jornada transcurre sin mayor novedad, salvo por los tristes anuncios de pateras a la deriva, e, incluso, de personas en el mar, entre Gran Canaria y África.
Durante la noche el viento va rolando, por lo que podemos ir corrigiendo levemente y poco a poco el rumbo, hasta que casi es el correcto para Cabo Verde.
Da gusto estar en el Atlántico, con vientos entablados que permiten una cómoda navegación. En nuestro caso, y para el Alba Plena, la dirección del viento no puede ser mejor, puesto que es un barco especialmente cómodo en portantes (viento por popa).
Al día siguiente , montamos las dos velas a proa, génova y ballooner. Llevamos desde que salimos de Las Palmas sin encender motor
Por la tarde entra un túnido, decido preparar un ceviche, al estilo de Perú. Para ello me había pertrechado en el Mercado de Las Palmas de todo lo necesario. Es la primera vez que lo preparo así, completito, con su cilantro, su lima, su cebolleta, su poquito de apio etc., y, a decir de los comensales, quedó buenísimo. Repetiremos, ya que es una estupenda y saludable manera de comer lo que pescamos.
Seguimos sin encender motor, y hoy hemos hecho muy buena media. Ha habido momentos por encima de los 8,5 nudos de velocidad. El tiempo, despejado y templado.
El jueves, sin mayor novedad, va subiendo el viento y la mar. Picos de velocidad de hasta 10,5 kt cuando surfeamos la ola. Avisto el primer pez volador de la travesía.
El viernes, Julio pesca un hermoso dorado de entre 3 y 4 kg. Mucha mar, viento con rachas de hasta 30 kt. Noche complicada para dormir, casi imposible por los movimientos del barco, exceptuando a la pequeña tripulante, que duerme en cualquier condición ;)
El domingo tenemos previsto llegar a la Bahía de Mindelo después de la puesta de sol, poco antes hay que arriar el ballooner, operación un tanto complicada por la fuerza del viento y la mar (olas de hasta 5 metros...). Julio y Hannah, con chaleco y arnés y se encargan del arriado mientras yo me quedo al gobierno. Conseguimos hacerlo, si bien se moja un poco la vela, pero, dadas las condiciones, es mucho más que aceptable.
A las 20:15 fondeamos en la Bahía de Mindelo. Hace once años Julio y yo pasamos por aquí, antes de cruzar a Brasil, y, a primera vista, vemos muchísimas más luces que entonces, parece que ha crecido y cambiado bastante. Alegría a bordo, hemos llegado sin mayor problema, si bien sorteando una mar bastante dura. Han sido 870 millas en 5 días y 3,5 horas. Y sin un solo minuto de motor!
El lunes, a media mañana, tras un pequeño zafarrancho, bajamos a tierra. Hay un nuevo puerto, Marina Mindelo. Hay que explicar que Mindelo es, tradicionalmente, un lugar de paso y descanso para los cientos de veleros que cada año cruzan el Atlántico en estas fechas, con la complicidad de los vientos alisios. Vemos la Marina y el precio (40 euros día) no nos parece desorbitado, pero debido al viento los barcos se mueven mucho, con lo que decidimos quedarnos fondeados. Estamos más tranquilos y el movimiento fondeados es mucho más natural y cómodo. Además, la marina dispone de un bar flotante con dinghi-dock, así que podemos desembarcar y dejar la auxiliar segura.
Lo primero, ir a arreglar los papeles, sellado de pasaportes y entrada de la embarcación. Retienen la documentación del barco, con lo que sí o sí tendremos que volver y hacer la salida para poder recuperarla. Las tasas son de 5 euros y dejamos todo listo sin mayor problema.
Mindelo es la antigua capital de Cabo Verde, efectivamente ha crecido y cambiado mucho.
Damos un paseo y comemos algo. Localizamos a Carmelina Presa, que vive aquí, y quedamos para comer mañana. Está también aquí la diseñadora María Moreira, visitando a Carmelina. Máis vigueses polo mundo!
Así que el martes comemos juntos y después nos lleva de paseo por Mindelo. Primero, visita a la barbería , Julio necesita un buen corte y nos han contado que los peluqueros son a la par músicos, así que montamos un improvisado concierto, primero ellos y después me dejan su guitarra y me animo con un par de canciones. Una barbería singular, sin lugar a dudas. Después nos lleva a conocer a Tatosh, a su casa-negocio. Es un singular caboverdiano, se fue de Cabo Verde como polizón a finales de los años 20 a Buenos Aires, ahí se enroló en la Marina Argentina y después se pasó a la Mercante. Luego volvió a su tierra para luchar con el frente de liberación caboverdiano. Regenta un pequeño bar/local social, en el que se habla de política y él mismo prepara la especialidad, morena frita.
El miércoles 25, Carmelina viene a buscarnos para ir al mercado, comprar pescado fresco e ir a su casa para preparar una buena parrillada. El mercado tiene un buen surtido de peixe, compramos dos buenos salmonetes de 1,5 kg, una upa (tipo sargo) y dos calamares de buen tamaño. La casa de Carmelina está en Bahía das Gatas, a unos 15 minutos dirección norte. Nos enamoramos de su casa, prácticamente la ha hecho ella misma y pasamos una tarde estupenda, concierto mío incluido, al atardecer, en su preciosa galería.
El jueves lo dedicamos a descansar y pasear más por Mindelo (cada día me gusta más!). Por la noche, uedamos para cenar con Carmelina, María y una amiga caboverdiana que vive desde hace más de 30 años en Madrid, Lina, y su hijo Carlos. Después de cenar, fuimos al Náutico, un local frente al mar en el que suelen programar música en directo. Hoy actúa Kira, una cantante y guitarrista que nos encanta desde el minuto uno. En el descanso entre los dos pases viene a saludarnos, pues es amiga de Carmen y María. Nos ponemos de acuerdo y en el segundo pase me invita a cantar con ella, la conexión es inmediata y hacemos tres temas, Summertime, Corcovado y la Garota de Ipanema. Tres temas muy trillados de los que conseguimos sacar , modestia aparte, muy buenas versiones.
Después nos vamos al Jazzy Bird, buscando mas música en directo, pero cuando llegamos recién se había terminado. Así que nos quedamos en la terraza charlando y riendo un buen rato. El clima aquí es fantástico, similar a Canarias aunque algo más cálido.
El viernes visitamos una feria de artesanía, y volvemos a cenar al barco.
El sábado toca mercado, y despedirnos de nuestras amigas. Carmelina, gracias por todo, eres fantástica y, sin duda, volveré. Me ha quedado un trocito de corazón en esta isla. Pura magia!!
Hoy, domingo, salimos de Mindelo. La idea es ir a la vecina isla de Santa Lucía, nos han dicho que es estupenda para bucear. Estaremos allí un par de días, para después iniciar la gran travesía. Hacia Salvador de Bahía.
Desde África, besos, abrazos, amor.