En las alas del viento. Una aventura a bordo del Alba Plena
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Tras el buen atún...

10/19/2015

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 Dejamos Barcelona con mar gruesa, que poco a poco fue amainando. Fuimos un par de horas a vela, y luego motoveleando y en aproximadamente en veintiocho horas estábamos en Denia, donde nos esperaban nuestros queridos amigos Tristan (hey, MF) y Weendy, casi recién llegados de Sidney, donde han dejado su barco, el Pangaea, tras la travesía desde Fidji. Nos habían reservado una plaza en la Marina El Portet, es la mejor situada ya que está en el centro de Denia. Nos dieron la bienvenida, tomamos una copita a bordo y quedamos para el día siguiente cenar juntos.
Y así fue, el jueves compartimos unos vinos, una estupenda cena y nos tomamos unas copas en Denia,la última en el Blues Bar, donde había música en vivo. Como siempre, estar juntos significa buen rollo, risas, y , en definitiva, amistad de la buena. Hace diez años que nos conocemos y, aunque sé que no te va a gustar esto, dear MF, we love you!!!
Al día siguiente, había una enorme paella en Jesús Pobre, el pueblo donde Tristan y Weendy tienen su casa, la probamos y fuimos a comer, después Julio y yo volvimos al barco para descansar, pues el plan era salir recién entrada la noche, dada la meteo. Julia y Hannah se quedaron en casa de Tristan y Julia pudo conducir un boogie dentro de la finca de nuestros amigos. Ron y Mully, su precioso dálmata, volvieron a encontrarse después de nueve años sin verse. Y se portaron muy bien.
A las 20:00 largábamos amarras, rumbo a Torrevieja. Motoveleando de nuevo, el 10 de octubre a las 10 entrábamos en la Marina Internacional de Torrevieja, donde Jose Luis, del Hobbit IV, nos cede su plaza, ya que su barco se quedó a pasar el invierno en Croacia. Toca esperar hasta contar con el favor de la meteo. Reponemos fuerzas , y disfrutamos de la gastronomía local, especialmente en los dos restaurantes que el propio José Luis nos recomendó, Las Cañas y El Mesón de la Costa, donde nos atendió el mejor camarero de la galaxia, Carmelo.

Hechos los cálculos aproximados hasta Torrevieja, hemos hecho 4.500 millas náuticas. Casi ná!!!
El siguiente destino es Barbate, con parada en Gibraltar, para repostar combustible, tabaco y ron, tal como hicimos en la ida hacia el Mediterráneo.El litro de gasóleo cuesta 0,485 euros, llegamos con el depósito bajo mínimos para optimizar el repostado. También las sentinas iban preparadas para acoger más botellas de ron. Estamos servidos, al menos hasta el Caribe. Ho, ho, ho! La travesía hasta Gibraltar, de nuevo con poco viento, el Mar de Alborán como un plato, precioso a la puesta de sol, casi de color rosado/ violáceo. Un espectáculo. Y con muchos delfines!
Salimos de Gibraltar, y nos reencontramos con nuestro Atlántico, buen viento hasta Barbate. Desde Torrevieja, fueron sesenta horas de navegación. Nuestra intención era “recaer” en el atún de almadraba, pero La Peña del Atún cerraba por vacaciones. De suerte que al lado está la Peña El Cartucho, con la misma cocina que la del Atún, así que nos pusimos moraítos de atún.
Aquí seguimos, en Barbate, esperando a que cambie el tiempo y el viento nos sea favorable para ir a las Islas Afortunadas, siendo nuestro primer objetivo la hermosa Lanzarote. Y otros buenos amigos que nos esperan...
Estamos varios barcos esperando, unos para bajar y otros para subir. Entre ellos uno procedente de Tobago, donde hay un niño de once años, Jason, que navega con su padre. Vinieron de Tobago en mayo y ahora esperan para ir también a Canarias y, de ahí, a las Antillas.
Llueve y hay poco que hacer. Y también estamos ansiosos por seguir ruta, las Canarias y después el gran azul hasta Brasil.
Y dejar el otoño atrás. Pero el mar es así. Nada como navegar para aprender a esperar. La paciencia siempre se ve recompensada.
Desde Barbate, besos, abrazos, amor.
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oeste, oeste...

10/6/2015

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Taormina es un pueblo de origen griego, si bien hay huellas de más civilizaciones y/o imperios, de hecho, hay bastante presencia hispana. Está situado en lo alto de una colina a unos 6 km del pueblo, en cuya playa fondeamos. Un lugar maravilloso, de lo que más me ha gustado de Italia.

El jueves 17 madrugamos y, antes de las ocho, estábamos cerca ya del Estrecho de Messina. Como estábamos de aniversario, once años desde que nos casamos, comimos un buen sashimi de atún regado con un buen champagne francés. Apenas viento, casi todo el día a motor, montamos tangones y de nuevo hubo que subir al palo a hacer una pequeña reparación. También hubo tiempo, cabo por popa, para darnos un baño, pues hizo bastante calor.

El viernes, la meteo ha cambiado y nos toca viento  de proa hacia Bonifacio, cuando el día anterior era lo contrario. Total, que decidimos dejar de ganar oeste y nos vamos a Roma. Llegamos al puerto de Ostia pasado mediodía, zafarrancho y a conocer Roma. Impresionante, aunque no nos dio tiempo a mucho, alquilamos un par de bicitaxis para ver lo mas posible y a pie de calle. Pena que la Fontana de Trevi está en obras....Visitamos el Panteón, Piazza Navone, Piazza de Espagna.....Cenamos bastante regular, hay tanto turista que encontrar un buen sitio no es tarea fácil.

A la mañana siguiente, salimos, no sin antes repostar combustible. La gasolinera está en el peor sitio posible, tanto es así que en la escollera aún hay restos de un velero que se comió las piedras hace unos días. Sudamos frío, pero salimos sin mas novedad.

Al poco de salir, empezamos a sentir la fuerza del mar y el viento, el primer día que navegamos a vela 100%, el viento de 17 a mas de 30 nudos, y bastante mar, unos cuatro metros de ola. Con rizos en las velas conseguimos hacer 140 millas en poco más de 20 horas. Eso sí, con mar de través es bastante incómodo, es como ir en una coctelera. Un día bastante duro.

A las 10 de la mañana estamos fondeados en la bahía de Caddinas, Golfo de Aranci. Al bajar a comprobar fondeo Julio...sorpresa!! había unas ostras estupendas, recolectó algo más de una docena de buen tamaño con la ayuda de una raspeta percebeira. Por la tarde, el viento arrecia, y empezamos a garrear (si recordáis, el ancla principal quedó inutilizable, así que utilizamos la de respeto, una Bruce, buen ancla pero mala para este tipo de fondo, de laminaria). Así que nos vamos a una marina que nos habían ofrecido a 50 euros la nuit.

La previsión meteo aconseja esperar hasta el 24/25 para salir a Hyéres. El gerente de la marina, Francesco, es muy amable e incluso nos llevó a tomar la mejor pizza (en mi opinión) hasta ahora, en La Pécora Viziosa.

El jueves 24 largamos amarras hacia Porto Cervo, la afamada marina famosa por sus regatas y por ser destino de la jet-set. Nos amarramos a  una boya, estamos fuera de temporada y está medio vacío. Vamos al “centro”, y es todo un alucine. Un pueblo diminuto, nuevecito e impecable (no hay una hoja fuera del sitio ni una colilla en el suelo), y plagado de boutiques de lujo, Prada, Dior, Gucci, Bvlgari etc., concesionario de Rolls Royce... Me pareció un Walt Disney para millonarios. Pintoresco, cuando menos.

Finalmente, el viernes salimos para Hyeres. Algo de mar y poco viento, así que fuimos motoveleando. Llegamos un poco antes de lo previsto, y atracamos en el pantalán de Amel, el astillero que fabricó nuestro barco. Por la tarde nos reunimos con Triana, sobrina de Julio , y con su hija Elena, una niña preciosa, vivaracha y encantadora. El domingo, se acerca el tío de Triana, Denis Guir, mecánico habitual de Amel en su base de Hyéres, que nos va a ayudar con las reparaciones, que serán: potabilizadora, pequeña fisura en un codo de refrigeración del motor principal (no lo habíamos detectado), fuga de agua en la bomba de lavado de cadena, enderezar un apoyo del motor, tapa del termo de agua caliente, un pulsador del molinete del ancla y solucionar definitivamente el problema de la hélice de proa.

A nuestro lado en el pantalán tenemos el Amel 55, evolución de nuestro barco. Concertamos una visita, el barco es precioso, pero notamos mucha diferencia sobre todo con los interiores de madera, no tienen el trabajo de ebanistería del nuestro. Los tiempos cambian, y ese tipo de “lujos” tienden a ahorrarse. Si bien aún llevan pocos modelos fabricados, con lo que es de suponer que irá evolucionando. Permanecemos en Hyéres tres días, Chantiers Amel, también por deferencia con Denis, tiene a bien no cobrarnos la estancia, lo cual agradecemos.

Nos trasladamos a Toulon, bahía anexa y la mayor base naval francesa en el Mediterráneo. Denis solucionó todo lo solucionable (eternas gracias, Denis, un placer conoceros a tí y a Brigitte!). Teníamos previsto salir el miércoles noche hacia Barcelona, pero la previsión meteo nos hace esperar, pues fuera se esperaban olas de través de 4 a 6 metros. Así que salimos al día siguiente , de nuevo poco viento y bastante mar, sin más problemas llegamos a Barcelona el viernes sobre las tres de la tarde. Angel Zapata, primo de Julio, nos gestiona una plaza en el Real Club Náutico de Barcelona, justo en el centro, cerca de la estatua de Colón. Para entrar hay que esperar a las horas en punto e y media, para que se abra la pasarela que comunica la ciudad con la zona donde se encuentra el Maremagnum, el Aquarium.....Así que a las tres y media cruzamos bajo el mini puente levadizo, lo que constituye un espectáculo para los muchos turistas y también para nosotros.

Dado que durante la travesía perdimos dos cebos, suponemos que por sendos peces demasiado grandes, rompió el sedal y reventó el carrete de la nueva caña que habíamos comprado en la Bahía Aranci. Angel se lo lleva a su taller de relojería , a ver si puede solucionarlo. Y lo hizo!!!!

Unas cañas con Angel y Esther , su pareja (love you both!!!), y una copita a bordo de bienvenida juntos, hacía mucho tiempo que no nos veíamos y, como siempre, es un auténtico placer. El sábado paseamos por la Rambla y el mercado de la Boquería, un espectáculo para los sentidos. Barcelona es una ciudad que me encanta, aunque está atestada de turistas pero eso lo convierte en un lugar cosmopolita a tope. Lo cual me encanta aún mas. Pasear y ver todo tipo de razas, nacionalidades, y escuchar mil y un idiomas diferentes es algo que me estimula mucho.

Por la tarde es el turno de mi familia catalana, mi ADORABLE tía Loli, mis primas Neus y Eva con sus maridos, la pequeña Blanca (muñeca!!!) y mi primo Juan con su nieto Diego. Unas horas deliciosas y una gran recarga de mimos y amor.

Por la noche, quedamos con Angel y Esther, vamos a cenar al Opium, un sitio mega cool en el Port Olympic, que tras la cena se convierte en discoteca. Estuvimos un buen rato observando la fauna nocturna , y después nos movimos al bar del hijo del Ángel, el Pisamorena, en la calle Consulat del Mar, cerca del Born (to be wild!)

El domingo, vienen a vernos los tíos de Julio, Tere y Angel, comimos con ellos en el Náutico (todo exquisito), y pasamos un rato muy agradable.

Ayer lunes, tocó paseo al Parc Güell, con la tía Loli, una tarde inolvidable de verdad. Mas tarde , nos despedíamos de Angel y Esther tomando unas cañas.

Ha sido una parada estupenda la de Barcelona, hemos recargado pilas emocionales, llegar a un sitio y que haya tantas personas queridasquetequieren, es algo muy reconfortante después de casi cuatro meses en el mar.

Esta tarde, saldremos rumbo a Denia.

Desde la bella Barcelona, besos, abrazos, amor.  

1 Comentario

    Alba Plena

    nuestro ketch de 16 metros de eslora, con el que navegaremos el mundo durante dos años.  

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